martes, 30 de octubre de 2007

LOS MILAGROS QUE TU HAGAS……



Cuenta uno de mis amigos, (que para eso es único) que en Orcera, había un hombre bastante mayor, hortelano por mas señas, que en su huerta planto un cerezo. Con tan mala fortuna que salió “borde”. Lo aguanto sin echar fruto por su posición junto al cortijillo que buena sombra le daba. Un día se dio cuenta que le podía valer para hacerle un pesebre a la burra, lo cortó y lo hizo dos trozos con idea de utilizar uno. Se los llevo y lo deposito en la entrada del porche.

Mira por donde paso el Sr. cura del pueblo y los vio. Preguntándole si sería posible utilizar uno, de no hacerle falta, para esculpir un santo que por lo viejo que era y la humedad se había podrido. Mande a recoger el que le guste, le contesto.

Una vez esculpido el santo, el párroco tuvo la atención de invitarle a la misa en donde se iba a proceder a su bendición, de manera que pudiese ejercer de verdadero santo y hacer algún milagro.

El abuelo acudió a la misa, y por su falta de práctica religiosa ni tomo agua bendita. Se arrincono al final junto a una columna para observar el acto y ser visto lo menos posible, ya que su presencia allí, podría resultar tan extraña como irrisoria.

Le dio por pensar en el santo y su procedencia, y le vino un parrafillo que luego contaba a los amigos con ironía castiza, tomándose unos vinillos. Decía así: “Del pesebre de mi burra eres hermano carnal, en mi huerto te criaste, el fruto no te lo vi, los milagros que tu hagas, que me los cuelguen a mi.

Algo similar ha sucedido en Orcera en las fiestas del mes de Agosto. En la función de la Virgen de la Asunción, patrona del pueblo, el Sr. Alcalde acudió a misa, pero no se puso con disimulo tras de la columna, sino que el Sr. párroco le tenia reservado el primer banco a las autoridades. Su misión consistió en elevar el pan hasta el altar, para ser bendecido y convertido en cuerpo de cristo, y así celebrar la eucaristía. El no comulgó, lógicamente.

No puede tomar la comunión de la noche a la mañana, quien se ha definido siempre como marxista-leninista, ateo convicto y confeso.

Ni tampoco era necesario hacer esas cosas tan esperpénticas (según definición anterior)

por el hecho de ser Alcalde seis meses, pues esto nada tiene que ver con la fe cristiana.

A no ser que su conversión sea sincera, y con todo respeto tengamos que pensar en un milagro de la Virgen de la Asunción. Demos gracias.

Pero en estos y otros temas: Los milagros que este haga, que se los cuelguen al santo esculpido del cerezo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Es el mejor artículo que se ha publicado

Anónimo dijo...

Te repites más que el ajo, cansino. Este artículo ya lo habías publicado.

En su día hiciste bien en borrarlo: no tiene ningún interés.

Anónimo dijo...

Qué cansinos, ya es la segunda vez que ponéis este mismo artículo

Anónimo dijo...

Ah, que ahora también censuráis como el blog del PSOE?

Remoti dijo...

En mi burra mando yo.