Cifras para meditar...
Según un Informe del Programa de las Naciones Unidas por el Desarrollo (PNUD):
Ø 122 empresas están al origen de 80% de todas las emisiones de dióxido de carbono
Ø Para su fabricación, un yate de lujo requiere 200.000 horas de trabajo, es decir 96 años de trabajo de una persona (8 horas al día, 5 días sobre 7). Así entonces; con lo que gana en unos cuantos días; un multimillonario puede apropiarse de la vida entera de otro ser humano.
El latrocinio generalizado está en el origen de lo que estamos viviendo. Los cinco principales bancos americanos establecieron un sistema de incentivos que en 2007 repartió 353.089 dólares de media “por empleado”, en total 66.000 millones de dólares. ¿Cómo?, hinchaban artificialmente las cuentas para trincar. Aquí tenemos antecedentes. Los colegas de José Mari se pusieron unos sueldecillos dependientes de los beneficios de las empresas que incautaron (las privatizaron y se quedaron en ellas, así, por la cara), que no estaban nada mal, a alguno le sonará todavía aquellas las stock options del señor Villalonga en Telefónica.
El señor Alierta, su sucesor, se negó en la junta de accionistas, a pesar de que le ley le obligaba a hacerlo, a responder cuánto le habían pagado de indemnización cuando se fue, voluntariamente, a vivir a EEUU. Se abrió la veda. Hemos asistido recientemente a la absolución de dos consejeros del Santander Central Hispano que recibieron 56 y 108 millones de euros de indemnización por su salida del banco tras la fusión. A sus señorías les pareció adecuada y ajustada a la ley, ya que, con la fusión de los bancos, los accionistas obtuvieron beneficios. ¿Y qué? Por más que los jueces les echen una manita desinteresada, que los presidentes y consejeros de las grandes empresas metan mano en la caja se ha convertido en una práctica común que el más mínimo sentido de la decencia repele.
Como la ley les permite todo, se crea un precedente moral que contamina a la tropa. En América han inventado el robo ajustado a derecho bajo la supervisión de los jefes que, al tener la parte más gorda del botín, autorizan prácticas fraudulentas. Rechazan el control y la intervención del Estado ¿Por qué? Mientras, se colocan cámaras para vigilar al ciudadano que pasea por la calle.
Esto no es un fallo del sistema, es la esencia del “libre mercado si ningún control”, del “capitalismo puro y duro” del “liberalismo a ultranza”, tan defendido por la lideresa del “Partido Popular”, Esperanza Aguirre y otros tantos acólitos del mismo partido de la derecha pura y dura. Así lo llaman, y está inventado para robar y para explotar a los trabajadores. Sin justicia no hay Estado de derecho.
Cuando se comprueba con atención todo lo que está sucediendo y lo que desgraciadamente nos espera, como se puede explicar que en multiplicidad de casos, los económicamente débiles, los trabajadores, que por no tener, algunos no tienen ni puesto de trabajo fijo, se dediquen no solo a votar, sino también a defender en su caso, a un partido de derechas. Fuera de toda lógica.
Una reflexión: Si a los que tiene el poder económico a través del dinero, le proporcionamos con el voto el poder político a través del Gobierno y por ende del boletín oficial del estado, ¿Que nos queda a nosotros los trabajadores?.
La ignorancia es muy atrevida. Y siendo así de sencillo: No debería de ser tan atrevida.
El Zapatazo.
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