Los crean de la nada a través de los créditos pero nos los hacen devolver con intereses.
Hace ya más de un año que la crisis financiera es noticia, desde que estalló en Estados Unidos con el nombre de crisis subprime, se ha publicado mucho, explicando con más o menos precisión y acierto, como se ha producido esta crisis en los aspectos más concretos. Lo que no se ha explicado tanto, y en ningún caso en los medios de comunicación masivos, es cómo la necesidad de crecimiento exponencial que tiene el actual sistema financiero es la causa de fondo de la burbuja especulativa, y por tanto de la propia crisis, además de tener una relación directa con las crisis energética y alimentaria. Así pues, aprovecharemos esta oportunidad de llegar al público, para explicar no ya la crisis crediticia sino el trasfondo que hace que el sistema financiero actual sea una gran estafa para la gente trabajadora, así como un peligro para la sostenibilidad de la vida en nuestro planeta. Entenderemos de este modo el papel que juegan los bancos, como los principales responsables de todo en definitiva.
Historia de la creación del dinero
El origen del negocio bancario se remonta a cuando el oro era el dinero real y, como tal, lo guardaba el orfebre en su almacén. Como que el oro era muy pesado e incómodo de mover, el dinero en circulación eran participaciones de este dinero metálico. Un día, el orfebre pensó que podía cobrar interés por el préstamo de estas participaciones y para compensar empezó a pagar un interés menor a los depositarios de este oro; así se inició en Europa el negocio bancario.
Este sistema tenía el problema de que la posibilidad de prestar dinero estaba claramente limitada por la cantidad de oro en circulación; entonces los orfebres, ya convertidos en banqueros, inventaron el sistema de reserva fraccionaria, que consiste en qué sólo hay en reserva una parte de lo que realmente se presta. O dicho de otra manera, a partir de un dinero real se crea dinero de la nada en una proporción que, teniendo en cuenta que no todo el mundo retirará su dinero a la vez, nunca pone en dificultades a los banqueros a la hora de devolver depósitos. Esta proporción acostumbraba a ser del 10%, es decir, 10 unidades en circulación por cada unidad real de oro existente en la reserva.
Este aumento del dinero en circulación favoreció la expansión comercial en el mundo y, una vez conocida por los estados, en vez de prohibirse se reguló. Para controlar el riesgo que eso significaba si se sabía que no había dinero para devolver a todo el mundo, se creó el sistema de bancos centrales, los cuales dispondrían de reservas de oro adicionales para poder prestar a los bancos en momentos de crisis.
Transcripción
El Zapatazo.
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