Algunos pecados capitales del mundo al revés.

Eduardo Galeano escritor uruguayo

Eduardo Galeano, está en Madrid para participar en Semana de la Cooperación que organiza la AECID y la agencia Inter Press Service.

La Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y la Agencia Inter Press Service (IPS) clausuran el Encuentro “Post – crisis global y su impacto en los países en vías de desarrollo con el encuentro con el escritor uruguayo Eduardo Galeano, "Algunos pecados capitales del mundo al revés". Ha sido también entrevistado el intelectual uruguayo por el diario El País, en cuya entrevista y respondiendo a la última pregunta del periodista contesta:

R. Hay una demonización de Chávez. Antes Cuba era la mala de la película, ahora ya no tanto. Pero siempre hay algún malo. Sin malo, la película no se puede hacer. Y si no hay gente peligrosa, ¿qué hacemos con los gastos militares? El mundo tiene que defenderse. El mundo tiene una economía de guerra funcionando y necesita enemigos. Si no existen los fabrica. No siempre los diablos son diablos y los ángeles, ángeles. Es un escándalo que hoy, cada minuto, se dediquen tres millones de dólares en gastos militares, nombre artístico de los gastos criminales. Y eso necesita enemigos. En el teatro del bien y del mal, a veces son intercambiables como pasó con Sadam Husein, un santo de Occidente que se convirtió en Satanás.
Seguir leyendo la entrevista completa en El País.

En otra entrevista en el diario Público analiza también los pecados capitales del mundo y sobre el Sexto pecado dice:

El mundo mata. "La paz mundial está en manos de aquellos que fabrican más armas". Y hoy en día, afirmó Galeano, se invierte más en gastos militares —"criminales", según él— que en acabar con el hambre. "Se fabrica hambre: hambre de pan, hambre de abrazos".
Seguir leyendo en la entrevista completa en Público.

Sin duda, leyendo a intelectuales comprometidos como Galeano, se comprende perfectamente como este mundo y esta época que nos ha tocado vivir, solo se puede definir como terriblemente injusta, detestable y rechazable.




El Zapatazo.