EL CIRCO

Hoy voy a escribir sobre el circo, mejor dicho, sobre cuatro circos.

Si les hablo de Cristina Segura, quizá no entiendan nada, si la cito con el nombre completo, Cristina del Pino Segura, nacida en 1930, es posible que tampoco; Pero si les digo, que la que fue considerada durante muchos años la mejor trapecista del mundo, por sus inolvidables actuaciones en el Circo Price por los años setenta, y se llamaba artísticamente Pinito del Oro, cuando menos los que peinen canas, saben a quien me estoy refiriendo.

En aquellos años, el Price era el mejor circo, para la mejor del mundo en el trapecio; Pero hay más, yo desconocía que aunque nacida en Canarias, su madre era de Albaladejo (Ciudad Real) a donde le gustaba venir a parir a sus hijos, ella considera un accidente haber nacido en canarias a causa de los años previos a la guerra, lo que evito haber sido manchega de nacimiento, no obstante la casa de la cultura de Albaladejo se llama “Casa de la Cultura Pinito del Oro” en su honor.

Al Puente de Génave también vino otro circo, pero este era ficticio. Fue para llevar a cabo la prueba, de cómo se deteriora la noticia cuando se transmite de boca a boca. Llamaron a cuatro personas, le contaron a una solamente que en el había: leones, trapecistas, elefantes, payaso, caballos y muchas cosas más. La primera lo contó a su manera a la segunda, y así sucesivamente hasta el final. La última, cuando le preguntaron que había en el circo, contesto lo que recordaba y ya habían desaparecido las tres primeras especies de animales.

A Orcera hace unos meses, ha llegado otro circo, las gentes hablan, dicen, cuentan y no acaban; Aunque con la transmisión de la noticia de esta manera, habrá que tener cuidado y no creerla a pie puntillas. No obstante hablan, que llegó el circo con los leones furiosos y rugiendo, Pero ya se ha apaciguao.

Dicen también que traía una trapecista; Pero resbala de vez en cuando, se cae y el día que le falle la red, se puede dar un planchazo.

Cuentan que venía un elefante, Pero por estar un poco enfermo, no lo han sacado todavía en la función.

El payaso, dicen que actúa en todas las funciones; Pero que hace reír a poca gente y de seguir como va sin mejorar su repertorio, acabará por no hacer feliz ni a los niños.

Acaban con el dueño actual del circo, comentando que con la poca entidad que tiene, puede que termine cerrándolo, y largándose a caballo, buscando otros derroteros.

Los que pagaron la entrada, no salieron contentos de la función, y se expresaban con claridad: Este circo no hay quien lo entienda

Hay que ver hasta donde tiene frescura, y cierta ironía el humor andaluz.

Yo digo, no sería mejor entrar en el cuarto circo, aquel que casi todos hemos conocido a través de la tele, de los Gabi, Fofo y Miliky, y tarareando poder alegrar nuestras vidas, y cuando menos las de nuestros niños, con aquello de:

“Había una vez, tarararararará, un circo que alegraba siempre el corazón. Y seguir….....

Haber si así, cantando, podemos tener alguna alegría circense, llevando a los nenes para que por lo menos ellos se diviertan.