miércoles, 9 de enero de 2008

LAS PERSONAS LIGERAS


He conocido a unas cuantas personas así a lo largo de mi vida. No muchas, claro. Si abundaran, el mundo sería bastante más grato de lo que suele serlo. Entre ellas, quizá más mujeres que hombres. O sin duda. Según contaba Vicente Aleixandre, su amigo García Lorca era así: alguien que, nada más aparecer en cualquier sitio, lo animaba e iluminaba con su simpatía y sus bromas afectuosas; que se interesaba por el que estaba mohíno y acababa arrancándole una sonrisa o haciéndole ver su panorama, durante un rato, menos negro de lo que lo tenía. Pero la mayoría de las personas con capacidad para aligerar cualquier pesadumbre que se han cruzado en mi camino no eran famosas, en modo alguno. No salían en la prensa ni en las televisiones y no tenían el colmillo ni mínimamente retorcido, y en este país casi siempre hace falta retorcérselo un poco de vez en cuando, sólo sea para defenderse, o va uno listo. Y, sobre todo, tenían ciertas dosis de ingenuidad verdadera, algo hoy tan mal visto o poco apreciado. Lo que luce más es estar de vuelta de todo, mostrarse incrédulo, pensar mal de los demás y por supuesto practicar la maledicencia.

Y sin embargo hay personas –en España es una proeza encontrarlas– que con su sola presencia obran un efecto benéfico en quienes las rodean. He conocido a más mujeres que hombres y conozco a mujeres contentas de su mera existencia, de risa generosa y fácil, lo cual no quiere decir de risa tonta; dispuestas a ver el lado gracioso de las cosas en casi toda oportunidad; y que, por así decir, cuando eso les resultaba imposible por las circunstancias objetivamente dramáticas o tristes –la muerte de alguien querido, por ejemplo–, al cabo de no demasiado tiempo lograban de nuevo no estar a malas con la vida. Esas personas jamás alimentan sus desdichas ni se hacen las víctimas, todo lo contrario, jamás procuran dar pena, eso no las atrae, a diferencia de la mayoría, que con excesiva frecuencia saca algún provecho de sus desgracias o sinsabores. Se podría decir que su hábitat natural es la comedia. No la obra cómica, sino la comedia, ese género tan admirable, que eleva el ánimo serenamente; luego tan escaso en la vida real. Casi todas las personas así que he conocido han sido, por otra parte, inteligentes, aunque sin pretensiones. Tampoco eran afanosas ni ansiosas, sino bastante contentadizas. Y desde luego carecían de resentimiento. Con personas así, o que participaban de algunos de sus rasgos, he mantenido las más interesantes y provechosas conversaciones. Personas así me han enseñado más que otras oficial y aparatosamente brillantes. Con personas así no he tenido jamás la sensación de perder el tiempo. He buscado su compañía en la medida de mis posibilidades, o en la medida en que ellas me han aceptado en su cercanía. Si son tal bendición, si tanto aligeran la pesadumbre, ¿por qué no hay más en la vida?

Contrariamente a lo expuesto, lo más sorprendente (o al menos lo que más ha sorprendido a quien firma) es que, durante estos meses de calvario público, el alcalde haya adoptado como lema político el heroico y castizo “antes partía que doblá”. Por una parte, la frase recuerda el “antes muerta que sencilla” que no sé quién, no sé cuándo, no sé cómo y no sé a propósito de qué alguien puso en circulación con gran éxito hace algún tiempo; por otra, si quien la hubiese adoptado como lema hubiesen sido Mohammed Atta y sus muchachos, nadie tendría mucho que objetar. Pero ¿el señor alcalde? ¿Puede un político democrático o un partido democrático adoptar esa frase apocalíptica como lema? Y más en las actuales circunstancias.

EL ANALISTA.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ese que sabe de la vida, sabe de bares y de hablar por hablar porque hacer hace poco... el no es de esas personas que te pueden aportar algo, bueno a goyo le esta aportando mucho...
ya no se acuerda de la gente que lo siguio en la lista, ahora no los mira porque no defienden el odio, la venganza... y todo eso que ya se ha dicho aqui que los mueve.

Anónimo dijo...

Supongo que en la vida hay distintas y variadas etapas...pero hasta la persona mas alegre y luchadora, tiene momentos de desesperación y melancolia, momentos en los que uno se da cuanta de los verdaderos amigos, y de los que no lo son tanto....desde aqui, un fuerte abrazo para todas esas personas que sin apenas hacerse notar, estan para todo, y a ti, el administrador de esta página, por alegrarnos a todos nuestros dias con su ingenio y buen humor..