domingo, 30 de noviembre de 2008

Militantes de EB abandonan la organización



Comunicado baja de EB (Izquierda Unida en el País Vasco)

Nos presentamos mediante este escrito ante la ciudadanía vasca un grupo de militantes de izquierdas con un largo recorrido al servicio de las clases trabajadoras y desheredadas de la tierra. Hemos militado, militamos y militaremos. No renunciamos a hacer política a través de movimientos sociales y otras organizaciones de izquierda. No cejamos en el empeño de construir otra sociedad más justa, libre, solidaria y pacífica, y siempre desde la firmeza de unos fundados principios éticos y democráticos. “Otro mundo es posible”.

Con la más profunda tristeza ante el naufragio sin paliativos del que un día fue un proyecto ilusionante en la transformación de nuestra sociedad queremos comunicar públicamente nuestra baja como miembros de Ezker Batua.

En cuanto a los motivos, queremos citar, entre otros, una grave deriva política consecuencia de un apego enfermizo al poder que ha socavado la democracia interna de la organización, censos internos llenos de enchufados en el Gobierno Vasco. Este panorama nos lleva a que hoy afirmemos públicamente que el oportunismo, el clientelismo y el autoritarismo de la actual dirección encabezada por Javier Madrazo han frustrado Ezker Batua de una manera, creemos, irrecuperable.

La deriva política

Hace ocho años se nos vendió “El Tripartito” como un aspecto táctico. Hoy sabemos que este, así como formar parte de “cualquier gobierno”, se ha convertido en una obsesión para la dirección de Ezker Batua. Entendemos, que hoy las tareas de una “izquierda de izquierdas” no pasan por ahí, ni por el plegamiento a las políticas de derechas del PNV.

Falta de democracia interna

La democracia interna se ha convertido en una pantomima. La manipulación de censos, el personalismo y la difamación del discrepante, así como una política de liberaciones basada en la sumisión al coordinador están convirtiendo la organización en un puñado de personas asalariadas, que en la mayoría de los casos  ven ésta como un trabajo más que como una responsabilidad militante. Todo esto, en grado máximo, se ha podido observar en la VII Asamblea en la que el coordinador general fue reelegido tras un inexplicable pacto con el hasta entonces hipercrítico PCE-EPK y una política de afiliaciones irregulares que han sido objeto de denuncia en los tribunales y admitida a trámite. Todo este conjunto de prácticas han impedido cualquier debate en igualdad de condiciones o la posibilidad de refundar o reorientar la organización.

(Resumen transcrito)

El zapatazo.

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