miércoles, 12 de marzo de 2008

Ganó el rechazo a la crispación

En democracia son los ciudadanos los que ponen y quitan gobiernos, sólo los ciudadanos con sus votos. Y el pasado domingo nueve de marzo, han hablado. Y lo han hecho con claridad. España entera se ha movilizado contra la política de la crispación de estos últimos cuatro años. No ha triunfado la del miedo y aquella que promovía que los ciudadanos se quedaran en sus casas. Los españoles de forma mayoritaria y libremente han votado a Zapatero, a las políticas ciudadanas, la de los derechos, la del compromiso con los ciudadanos, las que promueven el bienestar y el progreso. Y los españoles han rechazado a Rajoy por segunda vez.
Le han dicho que con la crispación y el miedo no se gana las elecciones. Que la política y la ética tienen que ir de la mano. Y es que el poder por sí sólo no vale para nada, éste sólo debe interesar en cuanto que es capaz de dar respuesta a los problemas de las gentes. Y si han perdido dos veces usando la crispación, ahora no pueden seguir por el mismo camino, ni sustituir a Rajoy con alguien que lleve la misma senda que solo conduce al rechazo y a la derrota. Los resultados obtenidos por el PSOE de Zapatero han dejado meridianamente claro varias cosas y han desmentido a la derecha española dejándola con sus vergüenzas al aire. Una de las lecciones más interesantes es que con el gobierno socialista España no se rompe, más bien al contrario, los nacionalismos pierden terreno y fuerza, quedando avalada la política territorial de Zapatero. Todo lo contrario de lo que “predicaban”, con la intención de asustar, los Rajoy, Acebes, Zaplana y compañías varias. Mientras que con los gobiernos del PP los nacionalistas catalanes y vascos ganaban las elecciones en sus comunidades, con el gobierno de Zapatero las han perdido claramente en esos territorios que dicen representar, como así ocurrió el pasado domingo. Y es que este dato desmonta todo aquello de que con Zapatero, España se rompe.Ahora la derecha española puede y debe regenerarse, pero para ello debe soltar todo el lastre que le sobra y que es mucho. Si quiere conciliarse con la ciudadanía y convertirse en una alternativa real de poder que no provoque miedo, debe quitar las caras del odio y que llevan cuatro años mintiendo y manipulando. Pero también debe renunciar a mantener en su seno a la ultraderecha, estoy convencido que con la pérdida de estos votos negros, sin duda ganarán otros muchos. Pero lo tienen que querer y lo tienen que creer. Y para eso deben pasar una larga travesía como impuesto a sus muchos desvaríos de estos cuatro años y de los pasados gobiernos de Aznar.
Zapatero ha ganado las elecciones y ha salido reforzado. Los ciudadanos le han dado un poder democrático que debe ejercitar sin titubeos porque hay muchas cosas en las que profundizar y que aún están pendientes en este país. Y eso es lo que los españoles esperamos de los cuatro próximos años. Y es que hasta hoy, no nos ha fallado.
EL ZAPATAZO.

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