En el año 1969, TVE emitía un programa concurso, cuyo título era el de este artículo, lo realizaba Enrique Martí Maqueda y el director locutor Joaquín Soler Serrano. Se trataba de un programa entretenido cuyas preguntas debía resolver el concursante, demostrando lo que sabía del tema elegido. En el cómputo de las respuestas adecuadas radicaba el premio posterior.
Si los hombres no saben, y los pueblos no marchan, ¿cuál puede ser el premio? El mismo que tenían en aquel programa cuando la respuesta mayoritaria a las preguntas no era la correcta: El relevo por el siguiente concursante.
Es fácil y lógico suponer el futuro relevo en Orcera en los próximos comicios municipales; Pero pasados los más de tres años que restan al mandato será mucho más fácil, pues el campo de cultivo (Ayuntamiento) puede que no se trate de un rastrojo, sino de un erial, y el ciudadano no va a tener duda para elegir.
¿Quiénes van a ser los ganadores en este periodo de cuatro años? Aquellos que perciban y sientan realizados los más traidores egos personales. Por una parte, los que el orgullo personal está intrínsecamente ligado a su personalidad y por otra, los que por intereses crematisticos, vinieron a vivir del presupuesto.
Estas son las dos traiciones más ligadas al hombre: Los intereses y el orgullo. Y qué bien se unen para conseguir los objetivos.
¿Quién serán los perdedores? El pueblo, los ciudadanos, los sufridos habitantes de un pueblo como Orcera, que nueve meses después reconoce un poco el error y dice con los votos de las elecciones generales donde debía estar cada uno. Extrapolando los resultados, con los votos de las últimas elecciones, el PSOE tendría 7 concejales, el PP 4 y el mal llamado concejal de IU, habría desaparecido del mapa, para siempre.
Este pueblo que durante los últimos 24 años su voto en las generales viene respaldando a las siglas PSOE, cuyos datos hemos publicado hace unos días en esta columna de opinión, y en los últimos 16 años ha respaldado también en las municipales al mismo PSOE, cuyos datos se comprueban en la foto superior, ha demostrado su confianza y reconocimiento en las diferentes corporaciones que han presidido los socialistas. Es por ello que procede agradecérselo y tranquilizarlo de cara al futuro, ya que estaremos ahí dando la medida de quiénes somos y por los valores que luchamos, sin dar un paso atrás en espera de conseguir revalidar su confianza, ya que solo ellos con su voto, serán los que en el futuro pongan a cada cual en su sitio.
EL ANALISTA.
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