martes, 15 de enero de 2008

DESVERGÜENZA POLÍTICA



Uno de los mayores indicios de desvergüenza que se dan en política es el de intentar hacer ver a los ciudadanos y responsabilizar al adversario de las actuaciones irresponsables e indeseables del propio comportamiento. No sé si esta desfachatez es algo que se impone cuando entras en la actividad política. Probablemente no sea así, pero lo normal es que sean más frecuentes en este ámbito, y que se recrudezcan en tiempo electoral.
Atrás va quedando toda la actuación política de los (CO-CO) conservadores-comunistas en la que si en algo se han caracterizado ha sido en acosar a la oposición echando manos del pasado, para limpiar sus enormes impurezas. Han intentado la deslegitimación del pasado, en el intento de aglutinar el futuro, cuando el pasado ha representado avances sociales constatables. Ya no se lo cree nadie.
Con estos antecedentes, más propios de un estudio psiquiátrico por cuanto reflejan toda una realidad, afirmaban, con menos rubor que Pujalte, el cumulo de el inmundicias que rodeaban a los socialistas, y en un santiamén, (siete meses) como si de Tamarit se tratara, se pasa de ser verdugo con una estrategia de ofensa a ser víctima. Debió ser que nos movíamos en tiempos preelectorales, que exigen que nos transformemos en mártires para que se extienda un halo de solidaridad y arrancar votos. Si no fuera por lo perverso del comportamiento, diría que este proceder es bastante cómico.
Debe ser también que, en términos de rentabilidad política y electoral, es el camino que hay que seguir para los representantes de estos grupos (CO-CO). Cuando se es capaz de distorsionar la realidad hasta el punto de intentar hacer creer lo que no es, ya se sabe que los ciudadanos se alejan de quienes practican estas conductas.
Claro que, en esto de cambiar el paso, tengo la impresión de que aparece algo tarde. Ha sido mucho el tiempo, y muy constante, el que se ha venido practicando una política reflejo del pensamiento único y de desprecio a todos los adversarios. Es por esta razón, y alguna más, por la que no confío en políticos que practican una oposición impune, porque destrozan vidas y haciendas de quienes colocan enfrente y, cuando llega la hora de las elecciones, se trasforman en víctimas para provocar la solidaridad de los ciudadanos. No cuela. No parece que su táctica vaya a dar resultados y de ahí que ahora es de suponer que les cueste muchos esfuerzos encontrar refugio.
En fin, que lo más sano será dejar atrás estos descaros en política. No conducen a nada serio y mejor pensar en ir fijando posiciones en función del hacer o no hacer política. Hay que ir echando una mirada en progresos sociales como también en lo que queda pendiente de avanzar y, sobre todo, en el desarrollo de este pueblo. La razón es sencilla. No quiero pensar si, con la misma facilidad que se convirtieron en ofensores, estos mutantes de la realidad deciden nuevos cambios; volver hacia atrás en los avances sociales y decir al pueblo si te he visto no me acuerdo.
No sabemos si están en la luna o están en el cielo, lo que sí sabemos es que: No tienen los pies en el suelo.
DR. TRANCA.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Cuando va ser la manifestación de los vecinos de Orcera? ¡Basta Ya!

Anónimo dijo...

MANIFESTACION-MANIFESTACION-MANIFESTACION. No podemas seguir ni un dia mas aguantando este desgobierno.

Anónimo dijo...

que verguenza, por favor, cuanto tenemos que estar de crispados para que salgamos a manifestarnos! ya veo sus caras sonrientes ante l manifestación, pues su actitud siempre siempre será vergonzosa, pero que liberación hacer PÚBLICA una denuncia social!!