sábado, 12 de enero de 2008

EL DIABLO DE DON JUAN



Una encrucijada sin resolver: "No se puede servir a Dios y al diablo
al mismo tiempo" This is the question. Una de las dos debe decidir.



Quién no ha recitado alguna vez aquello de ¿No es verdad, ángel de amor, que en esta apartada orilla más pura la luna brilla, y se respira mejor? La obra de José Zorrilla es, sin duda, una de las más populares que ha dado el teatro español. Don Juan Tenorio, obra de referencia del patrimonio nacional, hace más de 150 años que pisa escenarios con la intención de ofrecer el mayor rigor posible, puesto que la pieza lo merece. La versión más actual pone al día la letra de esta pieza para acercarla al gran público, una vez más. Eso sí, sin dejar de ser fiel al Don Juan que todos conocen. El que ha fascinado a cada espectador con historias de capa y espada, amores y desamores, muertos que vuelven a la vida... y esa fanfarronería tan típica y graciosa que contagia al espectador. La emoción del más puro teatro, de nuevo, de la mano de un Tenorio con ángel. Y el público que, de nuevo, volverá a recitar aquello de ¿No es verdad, ángel de amor...?
Don Juan, digo, don Juan Pedro, presentimos que con los cables un poco cruzados por el devenir de los acontecimientos, quizás deba recitar de esta manera aquello de ¿No es verdad “diablo” sin amor, que en esta torticera orilla no existe luna ni brilla y se respira el hedor?
Porque claro está y nos consta, de su preocupación y desvelos intentando dar solución a esta situación que ya raya en lo dantesco, decidiendo con coraje y responsabilidad tomar posesión de la alcaldía para tratar de reorientar el rumbo perdido por estos pollos. No le será fácil, estos pollos no son de granja, son pollos de corral criados con el picoteo del día a día en terrenos baldíos y difíciles y a cada paso que usted da, dicho sea en términos futbolísticos, a cada entrada que hace le sacan una tarjeta distinta, con intento de expulsión. Agravada la situación por la renuncia de Sonia a la concejalía, todo se ralentiza de tal manera que puede parecer interminable. Mientras tanto los problemas persisten e incluso se agudizan y respaldados por sus majestades los reyes del comic, los sueldos siguen cayendo en los bolsillos insaciables de quienes con un mínimo de ética y moral pública, deberían de haber renunciado a ellos, haciendo un ajuste convenido, para proporcionarle un balón de oxigeno si de verdad quieren en un futuro colaborar con usted, como al parecer le ofrecen para seguir siendo el maestro de ceremonias.
Le voy a recordar sutilmente hoy, que en las películas de suspense, con un argumento bien construido, casi nunca el espectador descubre el asesino a priori, muy al contrario, quién parecía ser, a posteriori no lo es y no se puede negar hasta tres veces antes de cantar el gallo, porque al final Jesús (Cristo)lo descubre. Ande los caminos.

EL CONCILIADOR.

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