viernes, 18 de enero de 2008

¡! SALUDOS INFORMALES ¡!


Errores enormes y metidas de pata, Enero 2007. Anoche fue una noche difícil. No dura especialmente, pero una de esas en las que surgen esos momentos de balance pregunta: ¿Cuantos errores cometidos han determinado mi vida? ¿Mi vida ha torcido su camino por algún error nervudo? ¿De esos que siguen dejando restos entre los dientes?
Hay desaciertos, hay torpezas y hay disparates. Últimamente y como siempre, he cometido algunos. Me he equivocado con una palabra de más, con un juicio sobre algo, la torpeza ha hecho que me tropiece con pequeñas piedras y termine magullado y además, hice desaparecer del computador el trabajo de toda una tarde. Pero Enero, mes de recuentos y recuerdos, vino en auxilio de mi autoestima dolorida. Al menos para demostrarme que hubo embarradas peores. Porque hoy un día de Enero, sobre mi achicharrado cerebro revolotea el recuerdo hacia otro Mayo del año anterior. Ese Mayo cuando comienza todo en Orcera. Ya no recuerdo si era lindo ese mes. Con la suerte que se desata para mí a partir de entonces, en esa ciudad eternamente serrana. Dicen que la lluvia, en los días que deben ser especiales, es de buena suerte. Me levanto muy nervioso y ya agotado mentalmente. Debo de tratar de mantener en equilibrio las bases de un castillo de naipes que igual se derrumba después. Es demasiado.

Aguardientes dobles con cara de triple, como los vuelos de la gaviota. Listo para soportar miradas inquisitivas y desconfiadas y algunos whiskies para sobrellevar los últimos viajes y virajes en unas semanas. Ya el dí­a habí­a comenzado como debí­a. Con un café y, corriendo salía hacia la Institución, en la que dí­as antes había dejado para ajustes de última hora - todo por esos días fue a última hora – pero lindo, tratando de dejar a todos contentos. “Hay que tomar posesión” Vestido sobrio, medio señoritero que deje a todos contentos, y saludos, a unos y a otros, con una mirada zalamera, algunos como expresa la foto de cabecera: ¡! Saludos informales ¡! Ya que lo intentamos, hay que empezar a llevarse bien, todo sea por la causa, ser muy conservador obliga a estar dispuesto para todo. Espero comprendan esta mirada agradecida por no abandonarme. Algún personaje que me miraba también tenía los ojos asombrados y a punto de llorar sin haber querido mirarme antes.

¿Hubo desaciertos? Los hubo ¿Ha habido torpezas? Ha habido. ¿Habrá más disparates? ¿Será groossso error? Tomemos posesión, vivamos la aventura, y el tiempo nos lo dirá.

Cuando menos, cumpla con esta reflexión Don. Juan Pedro. No le pedimos más.

¡! Saludos informales ¡!

EL ANALISTA.

No hay comentarios: