VIAJEROS AL TREN

Cuando uno viaja por la vida, en una sociedad libre y democrática como la nuestra, cada uno elige sus medios de transporte para hacerlo, esa es la grandeza de las libertades y las posibilidades.

Si metafóricamente viaja por la política, también disfruta de su libertad para elegir el vehiculo y los compañeros de viaje.

En la política municipal en Orcera hace seis meses, unos viajeros eligieron un tren mixto por falta de vagones necesarios. Este no estaba ni tan siquiera engrasado.

A los demás les dejaron el último vagón del borreguero. Todo quedo así.

El tren mixto se ha parado en una estación, donde existen otras posibilidades de viaje.
Los viajeros de nuevo han elegido libremente el tren, para viajar según su manera de ver y entender la aventura..

Como el tren mixto, no estaba en condiciones para llevarles a la estación de destino, durante seis meses de intentos, algunos desesperados, se ha producido el parón lógico he inevitable.

Los que en principio del viaje, subieron en primera junto al maquinista, no conformes con la preferencia, intentaron arrinconar a un compañero al último vagón del borreguero, para quedarse más anchos y más sueltos. No se dieron cuenta que su colega de viaje, disponía del billete especial, de manera que lo que le correspondía era el asiento del maquinista. Este sabedor de la valía de su billete, se ha montado en el tren de alta velocidad, AVE, y con prontitud y destreza se ha dirigido a su destino, dejando al resto clavados en la estación.

Los que quedan en la estación, tendrán que tomar otros trenes; Pero el mejor, el más rápido se ha marchado. Algunos tendrán que buscar sus destinos hasta en bicicleta, pues trenes quedan pocos y malos. Uno que lo tiene más claro, ya que su billete le ampara en segunda, haría bien en coger el próximo y cerrando la ventanilla para no constiparse, dirigirse por el trayecto marcado, que no es otro que el de Orcera a Bailen.

Por si alguien no percibe bien el ejemplo, les diré: D. Juan Pedro Zorrilla, al que por intereses personales y crematísticos del resto del grupo, se ha visto arrinconado.
Despreciando los acuerdos previstos han querido ningunearlo, ha tomado la decisión sabia de liberarse de la pesada carga que ha tenido en sus espaldas.

D. Juan Pedro: Una máxima en esta historia: “En política, nunca sabes cuando tu mejor amigo, se va a convertir en tu peor enemigo y viceversa.” No le pese, a lo largo de su vida, es de lógica que haya tenido que tomar decisiones complicadas, esta lo es, en alguna se habrá tenido que equivocar, EN ESTA NO.

Ha tomado la decisión, lógica, razonable, digna y ética. En definitiva, la del sentido común, que es el más común de los sentidos. No dude, que va a dar satisfacción a los que no le votaron; Pero sobre todo a sus votantes, que no admitían esta situación por más tiempo. Reciba mi más humilde reconocimiento.

El que tiene que tomar el tren de Orcera a Bailen, haría bien en dimitir, si quiere quedar lo más dignamente posible, reconociendo con ello el error mayúsculo cometido. Esto, cuando menos le facilitaría con cierta comprensión de los ciudadanos, el tren de vuelta de las vacaciones. Herrar es de humanos, y se perdona fácilmente, empecinarse es de animales, y esto se sustancia a palos.

Comportémonos como humanos civilizados, es mi última apreciación por el momento. Salud para todos.

EL ANALISTA.